Eres el agua agresiva que me recorre por dentro. Que resbala por el techo y cae junto a mis pies. Inundándolo todo. Ahogándolo todo menos las ganas.
Esas ganas primitivas de estar contigo y no hacer nada. De rozarte la mano y cerrar los ojos, enredándonos entre las sábanas. De pasar todo un domingo contigo a lágrima fácil, oyendo como me llueves. Sin saber si amanece o anochece; o todo junto, qué más da. De perderme en cada horizonte de tu piel sin esquinas.
Segura con la certeza que lo que siento no es amor, sólo agua.
Esas ganas primitivas de estar contigo y no hacer nada. De rozarte la mano y cerrar los ojos, enredándonos entre las sábanas. De pasar todo un domingo contigo a lágrima fácil, oyendo como me llueves. Sin saber si amanece o anochece; o todo junto, qué más da. De perderme en cada horizonte de tu piel sin esquinas.
Segura con la certeza que lo que siento no es amor, sólo agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu opinión sobre el post