sábado, 14 de abril de 2012

Mind the gap

Siento haber aparecido en tu vida. Haberlo hecho en el peor momento. 
Siento haberte conocido justo en el instante que tú dejaste de conocerte a ti mismo. 
Siento que nunca podré entenderte del todo, siento que jamás sabré quién eres. 
Siento que los dos estemos en el fondo de un pozo, aunque nunca el mismo, y que no lleguemos a tocarnos.
Siento ser, para ti, la mitad de algo y el resto de nada. 
Siento tocarte el corazón y no rozarte con las manos. 
Siento no poder decirte ni la enésima parte de lo que pienso, ni siquiera con los ojos.
Siento que tú tampoco me comprendas. 
Siento que seamos distintos cuando estamos juntos, y que nos entre el miedo.
Siento haber perdido tantas horas de mí misma alimentando ese rechazo.
Siento haberme intentado convencer de lo poco que significas en mi mundo, tan absurdo, que hasta una historia tan ridícula como ésta tiene una orgullosa cabida. 
Siento haber colocado una coraza, un muro infranqueable, entre pasado y futuro.
Siento no haber tenido tiempo para secar tantas lágrimas. 
Siento haber existido para ti, y no sólo para mí misma. 
Siento haber sentido y habernos engañado a los dos. 
Siento haberme alejado de golpe y siento haber querido volver. 
Siento haber intentado remover tu mundo y dejarlo patas arriba; siento no haberlo conseguido suficientemente bien. 
Siento ser ese desorden molesto, que no llega a tornado pero tampoco a paz. Siento haberme quedado a medias, entre la espada y la pared. 
Siento quererte de esta forma tan particular y a golpes de teclado. 
Siento ser un tú que no encaja. 
Siento ser esa persona tan imperfecta que parece especial. 
Siento esa mano. Siento el vacío justo después. 
Siento tus palabras frágiles, casi de juguete, casi a ciegas, entre miradas de desaprobación. 
Siento soñarte unas cuantas veces al mes. 
Siento que no me hayas odiado del todo. 
Siento tu olor y te busco entre la gente, pero nunca estás. 
Siento necesitar tenerte y siento no haberte tenido. Siento que te pierdo. 
Siento que nunca te llegaré a encontrar. 
Siento que, tal vez, nada de esto exista.
Siento pasar sin pena ni gloria.
Siento noches de recelo y verdades entre bromas. 
Siento que, a veces, duela.
Siento esa telepatía en la que crees y que a veces funciona sin que te des cuenta. 
Siento que aparezcas cuando logro evadirme de ti. 
Siento que podría estar tropecientos días sin dormir.
Siento mi vida pendiente de un hilo, entretejida con la tuya, pero sin anudar. Siento que no puedo echarte. 
Te siento y me jode. Lo siento.